Fotoreportaje del Slam de diciembre por Maremoto|F o t o g r a f í a + Crónica

Que a mi me encantaría que de esta crónica se encargase otrx, lo prometo. No porque sea un marrón (meterse en el barro con gusto, ensucia lo mismo pero molesta menos), sino porque me obliga a hacer un auténtico esfuerzo de memoria para desgranar las emociones vividas.

Y no son pocas. El segundo evento de un mismo estilo, siempre pone contra las cuerdas la resistencia de lxs artistas y del público. No es una cuestión de que les haya gustado más o menos, sino de que el mundo corre deprisa, y no siempre podemos parar a escuchar, a reír y a participar (seamos público o slammers).

Dicho esto, el evento resistió, y lo hizo con una salud de hierro. Entre el público había alguna cara repetidora, y eso, antes de empezar, hizo que brindara con mi copa de vino. ¡Íbamos por buen camino! Además había gente nueva, ilusionada. ¡Doble éxito! Es verdad que me guardaba un as en la manga para que ese evento fuese un éxito rotundo: Celia Bsoul. Dicho esto, dicho todo. Mitad poeta, mitad rapera, pero sobre todo, una de las personas que más me ha conectado y reconciliado con la poesía.

El evento empezó, y la diosa fortuna hizo que el primer escenario le tocase a Redry Galán, quien, a pesar de los nervios, supo defenderse. El público fue exigente, pero nadie dijo que las cosas fuese fáciles. Quique Vasallo, otro nuevo participante, también sacó su garra y nos enseñó que la poesía goza de muy buena salud en Valladolid.

Dos repetidores fueron los siguientes en asaltar el escenario. Irene Dewitt, con sus versos profundos que siempre invitan a la reflexión, y Peio Lekumberri, dando un espectáculo como la edición pasada, donde quedó finalista. Paolo Fontana también estrenaba tablas en el poetry. Tuvo que desempolvar sus poesías, pero lo hizo con paso firme y elegancia.

Le tocaba el turno al ganador de la edición de noviembre. Samuel Cuervo salió con esa fuerza natural en él, y el público supo verlo. Como no podía ser de otro manera, a un gran poeta siempre le sigue otra, y Vero Alaguero reafirmó su intención de hacer historia en el slam de Valladolid, siendo muy aplaudida por el sector trasero de autobús Beluga.

Para terminar la primera ronda, dos nuevos aspirantes, Mateo Trapiello, apuntado a última hora, y Celia Frías desde Palencia, demostrando que los kilómetros, para la poesía, son únicamente un verso corto.

Celia Bsoul volvió a calentar el ambiente, y los nervios para pasar a la final. Un triple empato obligó a decidirlo por las cinco pizarras. Los finalistas: Peio Lekumberri, Irene Dewitt y Vero Alaguero. Fue una final reñida, algo polémica, pero sobre todo, muy disfrutada.

 

Así, La ganadora de diciembre fue Irene Dewitt por decisión del público.

 

Otra noche para sentirse feliz de compartir, de apostar por la cultura, de seguir por este camino y estalucha. Fue otra noche mágica.

Sólo queda dar las gracias a todxs por venir: a organizadores, al bar, a los slamers y al público. Fue una noche grandiosa, que se volverá a repetir, sin duda, en nuestra próxima cita.

Os dejamos aquí las fotografías que nos regaló, otro mes más, Mar Argüello Arbe:

Os esperamos el 12 de enero, misma hora, mismo lugar.

 

Y os olvidéis, nosotrxs sólo subimos el telón, de vosotrxs depende que nunca se baje.